Por fin hasta hoy ya se siente completamente que es diciembre, ya está todo nublado con frío y unas pequeñas gotas de lluvia, sabes que esas gotas comenzaron como una nevada pero a la altitud que está la Ciudad de México nada mas llega a caer como agua.
Me gustan mucho estos días nublados, lloviznando y con frío, con este clima hasta se antoja uno de esos “polímeros” maruchan (sopas maruchan) así caliente con su limón y su salsa valentina. Por fin este día ya lo tuve para mi solo y me gusta escribir esto a la orilla de mi ventana admirando el cielo gris. Solo me hace falta una copa de vino y un quesito para estar muy a gusto.. pero no debo beber. Al rato ya tengo que hacerla nuevamente de “chofer” y pues ni modo.
Ayer tuve la oportunidad de ver la pista de hielo del zócalo. Muy controvertida la construcción de esa pista, yo la verdad si me encuentro un poco a favor ya que dan a conocer a la gente otras oportunidades en las cuales se les pueda desarrollar algún interés. Malo si se les hubiera ocurrido construir canchas de fútbol porque pues ahí si se las mentaría con todas las ganas del mundo.
Me dio mucha felicidad ver a los niños que llevaban de algún DIF para pasar la tarde en la pista de hielo. La felicidad de sus caras al experimentar algo nuevo y aprender un poco sobre el patinaje, por fin experimentan un poco lo que se vé en la televisión con las series televisivas o las caricaturas en especiales de navidad cuando en su mayoría se desarrollan en paisajes nevados y muchos de ellos con patinaje sobre hielo. Se vé que eso despierta la imaginación e interés y no nada mas como otros niños que se quedan en su casa viendo partidos de fútbol porque el papá ve sólo ese deporte.
Que bonito son estos meses de fin y principio de año.
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