miércoles, agosto 26, 2009

El Sacré Cœur y pornografía en Orsay

Ya casi a mis últimos días en el viejo continente, en los días que restaban quería ver lo que pudiera de París. Hay tanto que ver en esa ciudad que yo creo que una semana completa no alcanzaría para disfrutar plenamente.

Planeé ese día para ver dos de las cosas que tenía pendientes, el Sacré Cœur y el Museo d'Orsay. Decidí ir por la mañana a la basílica y en la tarde al museo.

La basílica, que traducida al español es la del "Sagrado corazón", tiene una arquitectura que me gustó mucho y que la verdad no sabía de su existencia antes de mis clases de francés, y eso porque en la portada del primer libro venía parte de la fachada de la basílica.



Estando un rato se admira el arte que tiene en el techo, vale mucho la pena. Traté de no demorarme mucho ahí ya que el museo me llamaba más la atención pero además, me tardé más tiempo en escoger regalitos a mis amigos(as). Como TIP les comento que si quieren souvenirs como playeras, llaveritos, gorras, boinas, tazas, etc que estamos acostumbrados a adquirir y a precios mucho más baratos que los que venden en la cercanía de la Torre Eiffel, el Louvre o la iglesia de Notre Dame. Precisamente está toda una cuadra llena de tienditas que venden todo esto en la calle que está entre la estación del metro y la basílica del Sacré Cœur.

Después ya me dirigí al museo d'Orsay. Es éste museo está el arte no tan antiguo como en el Louvre, pero sí hay muchas piezas muy bellas y arte impresionista como algunos cuadros de Van Gogh y Monet.

La arquitectura del museo es muy bella ya que antes de ser museo era una estación de ferrocarriles.



Y por supuesto, al ser arte más reciente, las obras están ya muy interesantes… les dejo estos cuadros muy bien pintados y sobre todo del arte que se puede apreciar en ellos. Así que si los cachan viendo pornografía en la computadora bien pueden decir que es el arte del museo d'Orsay en París.





Lógicamente el tiempo no me alcanzó y nos sacaron del museo. Como no había comido, me fui a comprar un panini y una refresco que ya había localizado un lugar en donde estaba más barato que en todos los que había visto. Muy cerca de la universidad de la Sorbona y al comenzar la calle que le dicen coloquialmente "la calle de los bichos", que porque la comida allí puede darte bichos en el estómago.

Si yo he comido los tacos del metro Hidalgo o de algún otro paradero y no me ha pasado mucho, pues creo que mi estómago ya está muy curtido para poder comer ese tipo de comida que en definitiva se ve más higiénica. El precio del panini (baguette con queso y jamón) y del refresco era de 2.5 euros (una ganga).

En la noche decidí caminar nuevamente por los campos Elíseos. Recorriéndolo por última vez deseando regresar en un futuro.

viernes, agosto 21, 2009

Versalles

Me levanté muy temprano, tenía un cuarto para mi solito, así que sin pudor ni nada me dirijo desnudo a bañar. Bajo a desayunar, no muy bueno el desayuno como los hostales anteriores pero cumplió su cometido (pan, mermelada, chocolate y el clásico cuernito con jamón). Me dirigí al metro y luego a la estación de trenes.

Tomé el tren para que me llevara a donde se encuentra el palacio de Versalles. Creí que era como los trenes que van de "pueblo en pueblo" en donde ya ni era necesario comprar boleto porque el pase que tenía ya lo cubría. En este caso debí acercarme a la taquilla, mostrar el pase y me dan gratis el boleto, éste boleto sirve más bien para salir de la estación una vez llegado al destino. Debido a que no lo hice, una vez llegando a la estación me dí cuneta que las salidas eran reguladas como en el metro de acá del DF. Si no inserto el boleto no me deja salir.

Me salió lo chilango y aproveché el momento en que nadie me viera para "saltarme" ese torniquete. No había vigilante ni nadie que me dejara salir al mostrar mi "eurail pass".

Al llegar ya se veía que el palacio es enorme!. Las filas para entrar no eran tan grandes, sobre todo para los extranjeros. Al comprar el boleto de entrada dan el mapa y la misma gente da consejos y en tu propio idioma!!.. Esos señores son políglotas para dar un buen servicio al turista.

Vaya lujos que uno ve dentro de ese palacio, caminar y caminar y caminar y todo el palacio está lleno de maravillas. La capilla y los rituales que hacían los reyes (explicados por los guías) son impresionantes. El palacio tiene una sala de ópera y además hay otra salita (de opera) exclusivamente el los aposentos de la María Antonieta que están fuera del palacio.

Como 3 horas duré caminando dentro del palacio creyendo que era lo mejor de esa visita, pero faltaba recorrer los jardines. La verdad desde el principio lo vi muy grande pero nada que no fuera alcanzable caminarlo. Hay un trasporte de "trencito" que lleva desde el palacio hasta los aposentos de la María Antonieta y pasa por las fuentes y todo. Yo como ya ahorraba los euros porque comencé ya a ser más cauteloso sabiendo que regresando a México no tendría trabajo, decidí conocer todo A PIE.



Los jardines y las fuentes son hermosos. Es un deleite caminar por ahí pero creo que solo de ida. Tan solo con llegar a la mitad de los jardines me hice aproximadamente 30 minutos de camino sin detenerme. El sol ya lo sentía muy fuerte conforme daba cada paso. Al llegar a los jardines de María Antonieta veo que toda la caminada valió la pena ya que no solo son "cuartos" si no que también tiene su propio jardín exclusivo (y hermoso) con su propia villa privada y a "escala" porque las casa son mas pequeñas de lo normal, solo son de ornato.



Para cuando terminé de recorrer esa zona, ya eran como las 2:00pm, tenía una sed como muy pocas veces la he sentido, había un carrito vendiendo botellas de agua de medio litro y que me acerco a preguntar.. y pues no.. a pesar de la sed no quise comprarla porque una botella de agua de 500ml no cuesta 6 euros!!! Al acercarme a la sombra para descansar un poco, vi que la mayoría de los turistas pensaba como yo y todos estaban haciendo una cola (de mínimo 7 personas) para tomar directamente de una llave de agua potable. De esas que uno encuentra así fuera de una casa.



Por la sed, el calor y la falta de euros a todos se nos quitó el asco de ver que todo mundo tomaba de la llave; me formé también. El agua salía fresca y me supo muy rica, toda una salvación, me la puse también en mi cabeza y cuello para refrescarme. Todos hacían lo mismo.



Después de esa hidratación, quedaba el camino de regreso y visitar todos los demás "jardines" que comprende Versalles. Cada uno muy hermoso pero vaya que fue mucho mucho mucho caminar.



Al final, ya al salir me sentía tan cansado y acalorado que por primera vez en mi vida me odié a mí mismo por hacerme caminar tanto. Si vuelvo a ir algún día ahuevo que pago el pinche trencito. Casi sin fuerzas y muy fastidiado, cayéndome gordo a mi propia persona comprendí lo que sienten los demás al viajar conmigo y hacerlos caminar mas allá de sus límites. Desde ese día me prometí ser más conciente en mis viajes cuando lo hago con otras personas. Por eso mejor viajar solo, así solo me enojo conmigo mismo :

De regreso ahora sí fui por el boleto d el tren que me llevó directamente a París. Trasbordé en una estación del metro y ya al hostal, no sin antes compara algo de comer y tomar. Me sentía ya hasta como con temperatura alta por tanto esfuerzo en el día. Gocé de una pequeña botella de vino y atún con pan a la orilla del sena mientras anochecía.

A pesar de estar tan cansado, esa ciudad hace que olvides las penurias y te carga las pilas.

miércoles, agosto 19, 2009

De regreso a París.

En vista de que Chamonix estaba de vacaciones y mi tiempo seguía trascurriendo, decidí continuar con mi viaje. De la estación de trenes podría tomar uno que es panorámico y pasa por los Alpes hasta llegar a Suiza. Quise tomar ese pero ya por el cansancio y que no escuché el despertador de mi reloj, me desperté tarde y ya ni hice el intento de alcanzar el tren.

Mi siguiente decisión era viajar a Ginebra. El tren que me podría llevar a una estación cercana y trasbordar era el mismo que también iba a Lyon para regresar a París.

Abordé el tren y al llegar al trasborde a Ginebra, no sé que me pasó pero ya no quise hacer el trasborde, me dí cuenta que me quedaban ya pocos días y quería conocer muchas cosas que me faltó de conocer en París. Además que trasbordar y cargar todas mis cosas se me hacía ya pesado y requería mucho esfuerzo. Sobre todo cargar la espada comprada en Toledo, era un tanto estorbosa.

El chiste fue que algo inusual en mí hizo que declinara conocer Ginebra y regresar a Lyon para luego llegar a París. Que sería mi último destino y por lo tanto tendría que ver mucho de las cosas que siempre habría querido visitar.

El camino fue tardado, y hasta dudaba si había tomado el tren correcto. Finalmente al llegar, compré el boleto a Paris al tren de alta velocidad. Me toco que saldría tres horas después. En los demás días no tuvimos muchos problemas de horarios o trenes saturados, pero esta vez me dieron hasta el tercer tren en la "lista" de salida, por eso fue mucha la espera.

Aproveché solo para salir y comer algo. Me gustó la ciudad, por lo único que pude ver. Comí una ensalada con vino y un guiso de res que sabía algo dulce.

Finalmente llegué a parís ya pasada la tarde. Solo me dio tiempo para buscar un hostal cerca de la iglesia de Notre Dame, en el MIJE Fauconnier. El hospedaje es algo barato, incluye el desayuno y tiene muchos otros servicios. No había mucha gente hospedada así que me asignaron un cuarto con 5 camas para mi solito. Dejé mis cosas en su paquetería y lo que quedaba de la tarde solo podía aprovecharlo visitando el "Barrio Latino" y dar una mirada, aunque sea por fuera de la famosa universidad de Paris. La "Sorbona"

No dejé de sentir un poco de envidia ver a los estudiantes entrando y saliendo de ahí así como el clásico cotorreo a la salida de la universidad. Me hubiera gustado mucho estudiar ahí en esa universidad con la trayectoria que tiene.

Al tratar de tomar fotografías me dí cuenta que estúpidamente había olvidado recargar las pilas, así que ese día no tomé ni una fotografía.

Finalmente, al entrar al metro me llevé una sorpresa por la forma en que está decorada esa estación. El techo tiene una especie de mural pero plasmadas las firmas de los grandes pensadores que han pisado esa universidad.





Regresé al hotel para dormir algo temprano y recobrar fuerzas. Al siguiente día planeaba visitar Versalles y según me decían que habría que caminar mucho.

jueves, agosto 13, 2009

En el Mont Blanc.


Me desperté algo tarde. No tenía mucha prisa ya que Chamonix es relativamente pequeño para recorrerlo. Quería tomar clases de ski pero al ver que estaban en sus vacaciones pues no había ese servicio.

Descubrí un supermercado a una cuadra de mi hotel y ahora si me dispuse a comprar víveres para poder desayunar, comer y cenar de manera respetable y balanceada.

Yogurt con cereal, sándwiches y jugo fue mi desayuno. Me dirigí al teleférico para subir al 'Aiguille du Midi'. Nuevamente el que vendía los boletos me preguntó de mi lugar de origen y me da muchos ánimos el gusto que les da cuando les digo que soy de México. Me hizo un poco la plática sobre mi motivo de estar en eses lugares donde según él, casi no es visitado por Latinoamericanos.

El teleférico se lleno de turistas, incluyendo unas monjitas japonesas que hacías las clásicas expresiones que conocemos al sentir la emoción del viaje.



Vaya que va muy rápido el teleférico, pero casi no se siente la velocidad, lo que más se siente es el ascenso ya que varias veces tuvimos que destapar nuestros oídos por la clásica sensación que se tiene cuando estamos cambiando tan rápido de presión atmosférica.



Al fin pude tocar la nieve, ver aquellas montañas de cerca, sentir el frío del hielo en mi cara y meterme a túneles congelados. Estuve aproximadamente 5 horas en el mirador, viendo cada detalle de las montañas y al voltear al cielo, se puede ver un azul un poco más oscuro que el cielo que normalmente se ve a menor altura.



El mirador tiene una altura de 3,842 metros sobre el nivel del mar. Creo que ha sido lo más alto que he estado parado sobre la tierra. Ver de cerca el Mont Blac (la montaña mas alta de los Alpes) y apreciar la gran diferencia de barracas y colinas muy escarpadas a comparación de lo que estamos habituados en México me hacia sentir que efectivamente estaba muy lejos de mi país.



Por mí me hubiera quedado hasta que me bajaran, pero además de que había alerta de lluvia (que por cierto, sus predicciones son muy detalladas ya que mencionan el horario de la lluvia y hasta la velocidad del viento que se sentirá según la altura en que estén los alpinistas) me comencé a sentir un poco mareado y ya comenzaba a sentir ese frío penetrante del hielo al ponerme a la sombra.



Esos días de no comer bien hacían mella en mi estado físico. Una vez estando abajo visité los pocos comercios que estaban abiertos. Algunos de postales, compré suéteres muy livianos y muy abrigadores porque estaban en barata.

El resto de la tarde, con aquella llovizna y con el río que atraviesa la ciudad. Caminé para disfrutar cada parte de aquellos momentos.

lunes, agosto 10, 2009

Alpes Franceses (Chamonix).


El viaje de toda la noche no hubo ninguna novedad, había un libro por cada asiento y comencé a leerlo, pero creo que ni terminé una página y me ganó el sueño. Dormido tooodo el camino, me desperté solo media hora antes de llegar a París.

Para ir al poblado de Chamonix tenía que cambiarme de estación de trenes en Francia, tomar uno de alta velocidad que fuera a la ciudad de Lyon y de ahí tomar otros hasta llegar al poblado a pies del Mont Blanc. Éste poblado tenía prioridad en mi viaje.. me gusta muchos los paisajes montañosos y con nieve. Acá en México me gusta ir mucho a la marquesa (aunque sea a desayunar) o a acampar a las faldas del Iztaccihuatl.


Lógicamente allá pues sería completamente diferente ya que la cordillera montañosa de allá no tiene comparación con la de acá. Al llegar a Lyon transbordé de tren y me llevó a la estación de St. Germain. De ahí era tomar otro tren pero al parecer estaba en reparación, así que había camiones (gratis) que salían a cierto horario y a los distintos poblados dónde se supone pasa el tren antes de llegar a Chamonix.

Para esto ya eran como las 16:00, me tocó esperar a que llegaran los camiones y lo compartí con puro puberto que seguramente era la hora de su salida de la escuela. Al acercarme a mi destino, la verdad me estaba emocionando; ver aquellas montañas con nieve y el estilo de las casa hacían que me sintiera muy feliz, ya que por años, desde casi tengo memoria, quería conocer esos paisajes.

Es más, recordando en éste momento, creo que desde niño, la primera vez que ví la caricatura de Heidi fue que me llamaron la atención aquellas montañas.

Una vez llegando noté que ahí sería más distinto que en otros lugares ya que no se veía casi nada de turismo, es más, al irse el camión ya estaba completamente solo en esas calles. La mayoría de los negocios cerrados y nadie que pudiera dar informes. Consulté mi libro-guía y a comenzar a localizar un hotel de los que ahí mencionaba. Muchos de ellos estaban cerrados. Así que me fui a uno que se veía que posiblemente estuviera abierto.



Al tocar salió una muchacha que me ofreció un cuarto estándar. Según mi libro-guía ese hotel estaba clasificado como de tres estrellas. Era todo de madera y sí me gustó, sobre todo porque el cuarto que me dieron (ya que casi no había nadie hospedado) tenía la vista hacia los "Picos de Chamonix".



Rápidamente me bañé (porque no había tenido oportunidad de bañarme en todo el día) y salí a conocer el pueblo porque estaba atardeciendo. Recorrí las calles vacías y al notar que no había casi nada abierto, solo me fui a comer a un McDonalds.

Al sentir el frío en la noche, no me quedó de otra que ir al hotel, hacerle la plática a la recepcionista la cual me dijo que precisamente esa semana eran algo así como las únicas vacaciones de esa ciudad ya que recién habían terminado las actividades alpinas invernales. Esa era la razón de la ausencia de gente y de muchos negocios cerrados.

No me quedó de otra que ya dirigirme a mi cuarto y dormir. A pesar que casi todo estaba cerrado, el teleférico al Mont Blanc seguía abierto y el siguiente día me dirigiría para allá.

martes, agosto 04, 2009

Despedida apurada de España.

Debido a la fiesta del día anterior.. y de los días anteriores, no me había dado tiempo de comprar mi boleto de tren para salir esa noche. Aún no me decidía a cual destino. Hice cuentas y sacrifiqué dirigirme a Granada para irme a los Alpes Franceses. En ese entonces le veía más posibilidad de volver a visitar España y ahora si desquitar todo lo que me faltó ver.

Me levanté temprano y no me importó la cruda ni ver nuevamente a mis compañeras de cuarto cambiarse. Me bañé, desayuné y arreglé mis cosas para salir de ahí. Tenía que dejar la mochila en paquetería de la estación del tren y el resto del día lo dedicaría a visitar el Parque Gaudí y en comprar los respectivos souvenirs ya previamente elegidos.

Al salir del Hostal noté que había mas puestos en la plaza y la calle a comparación de los días pasados, no le presté mucha atención y me fui directamente a la estación de trenes. Compré mi boleto y dejé mis cosas en paquetería. Al salir, una vieja me regala una flor!. Yo pues la verdad la cargué pero no sabía bien porqué fue ese gesto. Fui al parque y estuve muy a gusto viendo las formas y arquitectura caprichosa de aquel lugar.



Me tocó por fin ver un pequeño show de baile flamenco (al fin) y ya en la tarde tenía que recorrer los lugares que ya había identificado para comprar los souvenirs. Compré un abanico de madera pintado a mano para la Pocahontas, sabía que la tenía que ver porque regresando del viaje ya tendría suficiente tiempo para estar con ella algunos días.



Mi sentimiento de culpa afloró y pues no solo llevaba regales para mis "amigas", si no también tenía que llevarle algo a mi mamá. Le compré uno de esos "chales" medio finos, negro con flores rojas bordados finamente. El problema estuvo en ir a comprar una playera que ya había visto dos días atrás. Pero nuevamente Murphy no me iba a dejar solo, al regresar me dijeron que ya no tenían.

Pues ya regresé a las ramblas para buscar si alguien más tenía ese diseño. Al ver toda la avenida, de plano ya estaba muy lleno de gente y comenzaron a regalarme publicidad y más flores. En un separador de libros magnético que me regalaron ví que era el festival de Saint Jordi, el patrono de Cataluña, Y todo lo que esta en la avenida era como una feria del libro, de todos los temas y vendiéndolos baratos.

El ver esto, me arrepentí salir esa noche porque se veía que se iba a poner bueno.. Así que gaste tiempo viendo cada puesto, los libros que vendían y las tendencias, había los clásicos que se ven en todos lados y hasta los libros de organizaciones separatistas. En éste último puesto tenías distintos pines con alusión a la ETA, al Che Guevara, a la FARC y lógicamente al EZLN. Afortunadamente llevaba mi pin del EZLN y pues hice trueque con los distintos pines que tenía, me dio 5 (dos de ellos muy bonitos) a cambio del mío. El encargado me preguntó que si había estado en Chiapas y todo eso. Lógicamente para que le pin lo valiera le dije que sí (lo compré en el DF) y fue mucho su entusiasmo así como de algunos curiosos que se habían parado ahí.

Siguiendo con la búsqueda de mi playera, de plano en ningún lado la encontré.. busqué en todos los puestos y los hindúes (que controlan el comercio en la zona) solo me vendían la inche playera el Barca. Ya de plano cuando ví que ya iba tarde compre una medio parecida, ni modo y me fui casi corriendo al metro porque parece que no alcanzaría el tren.

Dos estaciones después, al metro se le ocurre descomponerse, por lo menos ahí si tienen la decencia de avisar que hay alguna descompostura y el tiempo de espera para avanzar es "infinito". Ah!, porque se me olvidaba comentar ese detalle, el metro de allá, en cada estación marca el tiempo que hace falta para que llegue el siguiente metro. Y vaya que es muy preciso, No como el metro del DF que si esta descompuesto, ni quien avise ni mucho menos cuánto se van a tardar.

Salí casi con algo de desesperación y a buscar un taxi, lógicamente no había ninguno disponible, ya cuando casi me estaba dando por vencido, me salió lo chilango y paré a un taxi casi parándome frente a él, me subió y de plano le dije. Le doy el doble de lo que marque el taximetro si me lleva lo mas rápido posible a la estación del tren. Medio de mala gana aceptó porque según ya se dirigía a descansar, pero afortunadamente me llevó, creo que me salió como a 8 euros o algo así.

Me dirigí a paquetería corriendo, me barrí al llegar al locker donde estaba mi mochila. Me percaté que era la hora en punto de salida del tren. La espada que había comprado en Toledo se atoro por un instante dentro del locker, casi rompí la caja que la resguardaba y salí corriendo de ahí para abordar el vagón mas cercano, Al subir, no tardó ni un minuto en avanzar el tren.

UFF.. por segundos y me quedo otra noche en Barcelona, no hubiera sido gran problema pero ya necesitaba moverme, me faltaba conocer muchas otras cosas. Me dirigía rumbo a la hermosa París.