domingo, febrero 04, 2024

Intuición.

 Ese día nunca había sentido tan fuerte lo que mi intuición me decía. Era tan claro y tan fuerte que me hizo sospechar y no le hice caso. Nunca volveré a ignorarlo si algún día siento algo similar.

Era un viernes de diciembre y era el día del dichoso convivo de fin de año del trabajo. El plan era, como en años pasados, trabajar hasta medio día, ir a la cantina botanera para “calentar motores” y luego llegar a la fiesta para seguir bebiendo.

Antes de salir del departamento y dejar a mi novia aun dormida, voltee a ver mi "tablet" y mi intuición me dijo que me la llevara conmigo o al menos ocultarla para que no estuviera a simple vista. Pensé en llevármela pero como íbamos a terminar muy ebrios, me negué  por el temor que se perdiera. Por mas que me “grito” esa intuición, no le hice caso. A la fecha me arrepiento de no haberle echo caso y este sin duda fue el evento que ocasionó un efecto mariposa en donde cambiaría mi vida.

El día trascurrió como lo planeado. Solo que en la hora de la comida, en la cantina, tomamos de mas y llegamos mas ebrios que lo planeado a la fiesta. Esto no nos quito diversión, si no todo lo contrario. Se siguió comiendo, se siguió bailando, me sentía feliz porque al menos ya al fin me habían mandado a Boston de capacitación, es decir, al menos me tomaron un poco en cuenta y con lo que aprendí, sin duda lo aprovecharía y lo demostraría en el trabajo.

Entre los pensamientos ebrios también me plantee en proponer matrimonio a mi novia. Ya había comprado el anillo de compromiso pero solo estaba esperando el momento idóneo. Ese año del 2014 no se me hizo buen momento porque fue el año que falleció su Papa. Así que lo mas probable es que a principios del siguiente año daría ese paso.

Afortunadamente al finalizar la fiesta pusieron rock en español y nada mas fue para salir a la pista a bailar en bola ya casi para corrernos del salón. Eso me ayudo mucho en que me bajara un poco la borrachera. Al terminar todo y manejar a casa me paro un reten policíaco. Me hicieron la prueba de caminar en linea recta para ver mi grado de ebriedad. “Afortunadamente” pude realizarla sin problemas y me dejaron ir.

Al llegar a casa, vi a mi novia en el sillón llorando. Yo extrañado pregunte porque, que pasaba. Me dijo.

- Hoy ya es noche, no tengo donde ir, así que hasta mañana me voy de tu casa. Estoy muy triste porque abrí tu “tablet” y he visto tus chats de Facebook.

Lo que paso después y los días posteriores, creo mi cerebro lo ha bloqueado, no recuerdo los detalles, solo recuerdo mucho llanto de ambas partes y un sin fin de disculpas de mi parte porque si quería tener un futuro con ella.

Esa noche fue el principio de los siguientes años mas oscuros de lo que llevo de vida.