Al regresar a Boston las cosas no se habían arreglado para nada con mi novia, todo lo contrario. Ella había tomado mucho mas coraje para conmigo. Hubo un par de ocasiones que yo estando en Boston, me marcaba muy cercano a la media noche mayormente pensando que ya estaba con alguien mas. Lo peor es que, como estábamos viaticados, nos íbamos a los bares y aveces a los antros para aprovechar los viáticos. En ese par de ocasiones tuve que salirme a mita de la fiesta para que se mi novia se tranquilizara y por su puesto no era así. Ella estaba decidida a hacer que no disfrutara nada de la vida nocturna de Boston.
Hubo otra ocasión en que quería entrar a mi computadora personal para ver que mas cosas incriminatorias encontraba de mi. Y me marco para que le pasara mi password. Lógicamente me negué y me amenazó en que iba a tirar la computadora a la basura. Yo ya un poco harto de la situación le dije que ya hiciera lo que ella quisiera, al final yo no podía hacer nada porque estaba muy lejos, que si quería quemar ya el departamento, que lo hiciera.
Aprendí a proteger y poner passsword a absolutamente todo. No tanto por proteger mi privacidad o por seguridad; fue porque a esa altura ya sabia que si ella veía cualquier cosa que se prestara a interpretación de infidelidad, ella aseguraba que era otra evidencia. Si había un mensaje de mi prima preguntando por mis papas, mi novia asumía que ella era otra de “mis amantes”. Si veía una foto mía sonriendo, ella preguntaba a quien se la había enviado esa foto o porque estaba tan feliz, que para quien era esa foto.
Para ese tiempo ella estuve buscando alguna casa para comprar, encontró una y me dijo que solo quería estar en mi departamento hasta que ya le dieran los papeles y hacer un poco habitable su nueva casa. Yo claro que acepte, hasta que llego el día que se cambio. La verdad ahí en ese momento rompimos con nuestra relación. Yo todavía le dije que experimentara vivir sola al fin pero o siempre estaré ahí para ella. Ella acepto pensarlo un poco pero ya no viviríamos juntos y empezaríamos a tener nuestras vidas por separado después de pocos años y dejando atrás todos los momentos malos que pasamos con su trasplante y los buenos como los pocos viajes que tuvimos.
domingo, junio 30, 2024
Regresando a la triste realidad.
domingo, junio 23, 2024
Segunda visita a Boston.
Para Marzo del 2015 surgió la necesidad de regresar a Boston por parte del trabajo. Me enteré después que mas por las ganas de mis jefes, fue porque la Líder de Proyecto más importante del banco le gustó como trabajaba y prácticamente ella fue la que me solicito para entregarme la aplicación que se utiliza para la atención al cliente en las sucursales.
Fueron meses muy difíciles ya que quería hacer lo posible por que de alguna manera mi novia se olvidara de los chats que encontró en mi tablet, mi argumento era eso, que solo eran chats. Lógicamente no servía de nada. Ya no dormíamos juntos y no se iba de la casa porque estaba por buscar otro lugar donde vivir. Pero creo que también con la esperanza de ver si se el dolor pasaba.
El viaje a Boston podría servir para dejarla sola sin tener que ver mi presencia , ya que veía que empezaba a producirse un odio y rencor, ademas de asco. Creo que sin mi presencia ahí podía hacer la vida mas llevadera para ella. En ese momento no sabia por cuanto tiempo iba a estar fuera de casa.
Con un plan inicial de un mes de estancia, tenia que aprender lo mas posible de esa aplicación. Lo mejor de todo es que también hubo lugar para llevarme a mi “mano derecha” del equipo. Por lo que la atención de nuestro trabajo y de las capacitaciones fueron mejores. Pero también la diversión fuera del trabajo. Si bien tratamos de aprovechar a estancia quedándonos cada día un par de horas adicionales en el trabajo, en las noches eran para cenar y embriagarnos. Viaticados y con el bar en el mismo edificio del hotel eran para nosotros las mejores condiciones para nuestro trabajo.
Cada vez que se acercaba la fecha en que nos regresaríamos, surgía nuevas oportunidades y nos daban mas responsabilidad y posponían nuestra fecha de regreso. Así fueron tres veces, por lo que nuestra estancia fueron de cuatro meses. En ese tiempo, me enamore de Boston, parecía que era una ciudad para mi, sentía que encajaba muy bien y sobre todo, no había ningún lugar ni en la calle ni los bares que frecuentábamos, que se escuchara música de banda. Si bien París y Barcelona quedan siempre en mi corazón y para mi serian las ciudades ideales para vivir, Boston ahora entraba en esa lista y decidí que si se presentara la oportunidad, sin duda quisiera vivir aquí. Pero para ese entonces solo quedaba soñar con eso.