sábado, diciembre 31, 2011

Recuento 2011

Este año se tornó complicado, pero afortunadamente hubo más cosas buenas que malas. No como el 2010 que sí estuvo de la chingada en su mayor parte.

Es raro que me resulte algo difícil hacer un recuento de este año, como que no recuerdo todo lo que pasó. Se me hizo muy largo y como que muchas cosas las recuerdo como si hubiera sido un sueño.

Recuerdo que el año lo comencé con la decisión de echarle muchas ganas y hacer planes para todo, sabía que se tornaría un año de recuperación y con tratar de que no fuera tan malo como el anterior. Me fijé objetivos y los plasmé en un calendario para realizar cortes sobre el seguimiento que tendría. Pero parece ser que más me tardé en hacer planes que en que se cambiaran en su totalidad al grado de casi ignorarlos por otras prioridades.

Creo que fue a finales de Febrero cuando mi novia me comentó su decisión de volver a intentar que le hicieran otro trasplante de riñón. Me puse triste porque era volver a revivir el episodio fallido y con la expectativa de que podría terminar peor de lo que terminó la vez pasada. Sólo que ya habíamos aprendido la lección y ahora iríamos con los mejores doctores y no con los servicios públicos de salud. No importando el precio con tal de estar con vida.

Y eso fue literal, el mejor doctor que contactamos, con un currículum impresionante nos atendió esta vez, y me enfoqué a juntar más de 400mil pesos en un tiempo record, casi en 3 meses. Afortunadamente creo que ahora si Dios como que nos miró fugazmente y de reojo porque cayó trabajo extra y bien pagado como nunca. Pude juntar esa cantidad para cuando sucedió el trasplante.

El trasplante salió como debió salir la primera vez, excelente. En ese momento parecía que al fin tendríamos un descanso después de todo lo que pasamos. Ahora sé que uno nunca descansa cuando tenemos ese tipo de dificultades, pero al menos pasan temporadas menos desgastantes que podría interpretarse como descansos.

Después de Abril, vino la recuperación de la cirugía, y en mi caso, a regresar al trabajo lidiando con la burocracia y gente lenta. En mayo se había echado a perder todos los planes hechos, no había seguido con ninguno solo para trabajar y juntar el dinero. Ahora tenía una oportunidad para tratar de seguir alguno.

Parece ser que esos no eran las planes de mis jefes. Para cuando iba a ser el trasplante, supuestamente me iba a correr. Ahora, después de todo, los jefes creyeron que me hicieron un favor y que debía trabajar mucho más para merecer que seguiría aquí.  Me llenaron de trabajo y salía tarde, mi plan era aguantar un poco para, cuando me estabilizara económicamente, renunciar.

No recuerdo mucho de lo que pasó de mayo a agosto. Creo que sólo me enfoqué al puro pinche trabajo. No recuerdo nada relevante. Sólo hasta septiembre cuando me llamaron a entrevista sobre la nueva área dónde según sólo estarían los “importantes” que servirían para tener buena impresión en un proyecto de carácter internacional.

También en Septiembre fue cuando mi abuelo se comenzó a sentir muy mal. Estábamos acostumbrados a verlo siempre entero, a pesar de su edad. Por eso se nos hizo muy extraño que llegara un momento en que no podía ni levantarse de la cama. Afortunadamente poco a poco se fue recuperando. Al menos sirvió en ir a Michoacán después de al menos 3 años de no haber ido.   

Esa visita al fin la hice con mi novia, tanto tiempo sin salir a algún lado que esa fue la primera salida (y la única hasta ahora) después del trasplante, al fin pudo comer todas las cosas sabrosas que se venden en la región. Al fin me comprendió, sin tacharme de mamón, el porqué decía que la comida queretana es insípida y me dió la razón.

Fue hasta principios de octubre cuando me confirmaron que formaría parte del nuevo equipo exclusivo del trabajo para trabajar con los gringos. La verdad me lo esperaba porque pocos son los que aquí tienen un currículum como el mío. Quizá estando en el DF es más frecuente encontrar niveles similares, pero aquí es raro. Así que si no me aceptarían a mi, sería por cuestiones políticas o de otra índole que no tendrían nada que ver con la capacidad de uno. Afortunadamente los gringos sí saben escoger a alguien por sus capacidades y no por palancas.

Desde octubre hasta a mediados de diciembre casi todo ha sido de capacitación constante y al fin, de resolver problemas con nada de burocracia contemplada. Mi novia se esquinzó un pié en octubre y también apenas en diciembre comenzó a caminar nuevamente. Todo parece estar tranquilo otra vez, pero eso me dá miedo, porque cuando pasa eso, los problemas vuelven casi con saña por atreverme a estar tranquilo con mi mente. Espero que no sea así.

Este año también fue el reencuentro con amigos de la secundaria. Es otra de las cosas buenas que pasaron. Me dio gusto saber que no fuimos una generación tan perdida como lo sospechaba por toda la promiscuidad y desmadre que éramos en la secundaria. Al contrario, creo que eso fue una característica para que la gran mayoría fuéramos gente trabajadora y que le echemos ganas.

Ahora sí un año de agradecimiento por las cosas buenas, afortunadamente fueron mayoría. Un año que me invita a echarle ganas y que me devuelve un poco la esperanza de que al final la vida no es tan culera. Solo espero que ya mi novia tenga también un buen año. Se vienen muchas emociones y creo que también mucha diversión con mis “amigas” ;-) Espero que sea un año de tranquilidad para poder hacer ahora si mis pendientes principales.

Ahora a listar las mejores cosas que tuve en este 2011.

Mejor película.

Rango.



Creo que me gustó demasiado el hecho de ser una animación por computadora tan bien hecha, con el mensaje de conciencia y la sed y malestar que da estar en un desierto… como en el que estoy viviendo. La sed que provoca ver esa película es algo que se debe resaltar.

Mejor canción.

Vivo –Fobia.




Y no por haberla utilizado en el teletón, ya era mi favorita del año antes de saber que la utilizarían en televisa. Es mi favorita del año porque así me sentía cuando salió bien mi novia del trasplante. “Caminaremos juntos, si tropezamos no nos dolerá…. Eres sangre tibia y yo, me siento vivo”.


Mejor Serie de TV.

Filosofía Aquí y ahora. 



 He descubierto que me gusta la filosofía, muy contrario a lo que pensaba cuando iba en el nivel medio superior. Ya cuando uno envejece es cuando se pone filosófico y esa serie me ha ayudado a saber que mis pensamientos no están tan errados y que alguien más lo ha pensado y llegado a conclusiones similares.


Mejor Libro.

Tokio Blues.



Traté de no hacerme muchas expectativas antes de leer el libro a pesar de todo el fenómeno que ocasionó a los fans de Murakami. Pero la verdad sí me gustó muchísimo; creo que entrará en mi top 10 de libros de toda mi vida y por ello queda en el mejor del año.

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Solo pido algo de tranquilidad, algo de lo aburrido que la mayoría tiene en la vida, para así (contrario a lo que la demás gente hace) poder ponerme a hacer mis cosas que confió que me otorgarán un futuro mejor.


PD. Dios, si crees te preocupa que descubriré tus ecuaciones del comportamiento humano; no te apures, déjame intentar descubrirlas, prometo no difundirlas con tal de que me aseguren bienestar para mí y todos mis conocidos ;-)


miércoles, diciembre 28, 2011

Adiós exjefa.

Tantos post pendientes, tantas cosas que he querido plasmar aquí y no he podido. Ahora ya hasta ni recuerdo de todos los tema que me han dado ganas de escribir.

Ahora aprovecho que el trabajo está tranquilo. Ni he puesto todo el desmadre que me ha pasado con lo del trabajo y de las cosas que uno se llega a enterar.

Comentaré lo de mi trato con mi exjefa, mi exjefa aún no comprendía que ya no estaba a su cargo. Me seguía pidiendo trabajo y apoyos porque aún no había gente que le respondiera. Como acababa de entrar a la nueva área, aún estaba en capacitación, eso era tan raro porque en todos mis anteriores trabajos la “capacitación” siempre es sobre la marcha de los problemas que por lo general por eso contratan, porque ya están muy atrasados y quieren a alguien para echarle la culpa. Cómo ahora sí me daban capacitación, se podría decir que tenía tiempo para poder seguir resolviendo dudas de mi exjefa. Pero ya intentaba poco a poco dejarla porque si mis nuevos jefes se enteraran, comenzarían a cuestionar o a verme como alguien que no está comprometido totalmente con el equipo.

Llegó un momento en que me escondía de mi exjefa para que no me interrumpiera. Las cosas por las que me desesperaba a veces de ella era que pedías las cosas y las quería en ese preciso momento, todo para ella lo trata como urgente así sea la cosa más idiota y sin prioridad que exista. A mi me empezó a fastidiar porque había momentos en que estaba a mitad de una capacitación en una sala de juntas, con tres expertos dándome el conocimiento de algún tema  y en ese momento me marcaba mi exjefa y quería que me saliera de la sala para atenderla a ella.

De plano ya marqué mis límites y no atendía sus llamadas o me escondía para que ya me dejara en paz. Tenía que comprender que ya no trabajaba para ella y que me empezaría a ocasionar problemas con mis nuevos jefes. Fue cuando me lanzó una indirecta de su situación.

Hace un par de meses el banco pagaría maestrías a algunos empleados que lo solicitaran. Las maestrías eran chafonas porque eran de la UVM. Pero al final la gente se vá siempre por el papelito y no por la calidad de los conocimientos. El chiste es que a mi jefa no la aceptaron porque, es ese momento me había dicho, que era porque dejó copiar su texto de solicitud a alguien, que lo mejoró y que esa persona se quedo en lugar de ella.        

Pero ahora, que dejaba de atender las cosas de mi exjefa. Me salió con la indirecta de que no le habían pagado la maestría porque en una liberación mía, me había retrasado mucho y había ocasionado que saldría mal en alguna de sus métricas que les evalúan,  así como que por mi culpa. Ahí fue donde sí me encabroné, prefirió echarme la culpa de el atraso de eso cuando en el fondo es por la pinche burocracias paralizante y desesperante que existe aquí. Ella prefiere defender a la burocracia porque, como ya está toda obsoleta, es lo único que le queda para seguir siendo jefa. Seguir puros trámites burocráticos y nada de innovación tecnológica.

Así que en ese momento decidí enviarla directito a la chingada. Si aún no le quedaba claro que quien atrasa los proyectos es la puta burocracia, pues ahora le tocará lidiar con ella porque ya no contaría con ningún apoyo de mi parte. En ese momento dejé de ver sus correos, responder sus mensajes y en sus llamadas decir que estaba en junta importante y cuando me desocupara la atendía, cosa que no pasaba. En fines de semana y mis días libres apagaba el celular para que no me estuviera chingando.

El proyecto que teníamos, si estuviera yo, debería salir a más tardar la primera semana de octubre. Pero por todo lo que tuvo que pelear de burocracias, se liberó apenas la segunda semana de Diciembre.  Me imagino que no aprendió la lección y seguirá defendiendo la burocracia. Al final, ella fue la que alguna vez me dijo que eso de innovación y crear nuevas cosas no se debería hacer en México, que mejor toda la educación debería ser enfocado a la maquila. Ese tipo de mentalidad merece la posición en dónde está, de vil burócrata con miras próximas a ser despedido o en el mejor de los casos, estar siempre por debajo de alguien.

Antes de este nuevo puesto, esperaba sólo estabilizarme económicamente para renunciar porque ya no aguantaba la burocracia recalcitrante de aquí. Ahora ya no hago casi nada de burocracia y ahora si ocupo el cerebro para lo que fue creado: resolver problemas. Tengo contacto con gringos y españoles y me agrada porque al fin estoy llevando un trabajo de primer mundo, o lo más cercano que puedo estar de eso. Así que de seguir así, creo que me quedaré un rato más. Además de que tuve un incremento de sueldo, es otro ambiente de trabajo por el simple hecho de las expectativas que tienen sobre nosotros.

Como siempre, veremos que depara el futuro.