Del regaño a la admiración.

Como ya he explicado en post anteriores, estoy totalmente en contra de que prohíban el uso libre de Internet en las empresas. Se me hace una práctica propia para jefes de poco entendimiento el culpar su falta de competitividad y deficiente entrega de resultados por el uso que hacen su personal al Internet.

Las personas tiene el derecho de comunicarse con quien quieran y por eso se creó los servicios de mensajería, así como el correo, los chats, etc. El abuso de estos servicios puede conllevar a una baja de productividad, pero eso ya es responsabilidad de la persona que lo utiliza. Si una persona no entrega resultados, se le despide y ya. Nadie le interesa si la causa fue que no le interesaba el trabajo o que pasó una difícil etapa que lo volvía incapaz de resolver problemas o vicios como el alcoholismo o drogadicción o simplemente por ignorancia en los temas que desempeñaba. Todas ellas se resumen en "Falta de profesionalismo".

Afortunadamente la tecnología avanza y ya es muy difícil el poder limitar por completo el derecho que tiene una persona para estar comunicados. Los smartphones ya cuentan con conexión a Internet y lógicamente con chat, mensajería y acceso a las redes sociales. Ya no se justifica el que se bloquee el acceso a Internet dentro de las empresas con la idea que es un distractor y por eso las personas sean improductivas. Ya cualquiera puede tener un dispositivo y solo aquellas que sean profesionales con su trabajo entregarán los resultados que se les exigen sin importar el tiempo que pasan comunicándose con sus amigos en Internet.

Las compañías encargadas del bloquear Internet están ganando mucho dinero solo porque se aprovechan de la ignorancia de los jefes acerca de la evolución de la comunicación en la humanidad. Mi empresa no podía ser la excepción; hace tres semanas sorprendieron a uno de mis compañeros que se podía meter a la producción desde su casa. Yo le enseñé, pero hasta yo estoy conciente de que no debo hacerlo tan seguido por las implicaciones que tendría y porque no me gusta hacer cosas de trabajo estando fuera de él. Mi compañero se conectaba en las noches y lo peor fue que se le ocurrió bajar una película en la máquina de su trabajo. Por muy estúpida que sea la gente se seguridad informática, se dan cuenta el incremento de tráfico que viaja hacia su computadora.

La gente de seguridad llegó a la máquina de mi compañero y comenzaron a "catearla". Hicieron una lista del software que tenía instalado pero que no entraba como software autorizado por la empresa, a pesar de que la mayoría era software GNU. Con toda la prepotencia que les pudo dar el momento a estar personas, se llevaron la máquina para formatearla no importando la información que tenía guardada mi compañero y le advirtieron que su comportamiento sería notificado a los directivos y luego le avisarían de su situación laboral.

Al siguiente día, escanearon remotamente las máquinas para localizar a las personas que tenían instalado el software. Pasaron la lista de éstas personas a los directores y ellos decidirían las medidas a tomar, pero lo que era prioritario era el borrado completo del software para que no se evidenciara la incompetencia de la gente que debería limitar esa salida. Es su trabajo pero es más fácil señalar a los "culpables" que pensar en una solución.

Como era de esperar, yo figuraba en esa lista. Era el responsable de haber distribuido ese software a mis amigos. El director comenzó a llamar a cada uno, aplicando una medida para infundir miedo y se nos quitaran las ganas de volverlo a hacer. Estaba el director, los coordinadores y la gente de seguridad informática. El primero que pasó nos dijo que solo le preguntaron si sabía para qué era ese software, porqué lo utilizaba y le daban la ruta exacta en donde lo tenía instalado en su disco duro para su borrado inmediato. Las respuestas de todos se limitaban a decir "es un programa para saltar la seguridad y salir a Internet", "lo utilizo para salir a Internet" y "Si señor, lo borro en este momento y no lo vuelvo a hacer". Yo tenía que pensar en otra forma de respuestas.

Tocó mi turno, me hicieron las mismas preguntas:

-¿Conoces un programa llamado "Tor"? - me dijo el director con cara seria. -Si- respondí como si me interesara lo que preguntarían después, solo para despistar más.
- ¿Y para que sirve? Y fue donde tomé impulso...

Comencé a explicar que es un programa para tener anonimato en Internet, que los ministros de la unión europea lo utilizaban para mantener secreta su información, pero que algunos no lo configuraron bien y estuvieron envueltos en fugas de información, que la FARC también lo utilizaba a veces. Expliqué a grandes rasgos la forma en que hace que el tráfico sea anónimo, cómo es que envuelve el paquete IP con encabezados extra pasando por circuitos y que por eso el logo del programa era una cebolla ya que cada capa corresponde a información agregada.

Capté la atención de los idiotas de seguridad informática y la nuevamente la admiración de los coordinadores. Ya tenían claro que no soy del montón y se los demuestré explicando cosas que ni ellos se imaginaban que existían. Al terminar, el director me dijo que si también sabía que se ocupaba para saltar la seguridad y salir a Internet. Le respondí que si, pero que en realidad ese no era el principal objetivo, la salida a Internet era un "efecto colateral" y lo principal era el anonimato.

Los dejé sin palabras y solo me dio la ruta para desinstalarlo, le quedó claro que yo solo lo instalé como mera "investigación". Salí de su oficina con la frente en alto sabiendo que convertí en un regaño a algo que me mantuviera con su "admiración" dejando en ridículo al área que debería saber eso y sin posibilidad de ser considerado para un futuro despido.

Tres días después, a mi compañero le entregaron su máquina con el software indispensable y autorizado por la empresa y le hicieron firmar una carta para que le quedara claro que no debería instalar otro software que no sea el autorizado. Pero finalmente no lo corrieron precisamente porque de su área es el único que entregaba resultados gracias a que contaba con la mejor fuente de información que hay en el mundo, que es Internet.