Pues así es... mis papás se fueron a Michoacán y yo no quería estar en la ciudad estos tres días libres!! Uno ya valora mucho tener días libres después de tener un trabajo muy presionante. Así que el 15 de septiembre en la noche (en medio de un tráfico espantoso) estaba viendo hacia donde me podría ir estos tres días. La decisión fué ir al Puerto de Veracruz. Ya había quedado de ir con una muy buena amiga.. pero ella no pudo : - ( pero al final el plan no cambió, sobre todo porque estaba recordando la imagen del satélite en dónde se veía la cantidad de nubes y por ende la probabilidad de lluvia era mas alta del lado de las costas del pacífico que del Golfo de México, así que el 16 me enfilé a la central de autobuses para comprar mi boleto (que de pura suerte encontré) y 5 horas después ya estaba con el calorón de Veracruz.
El viernes en la tarde nada mas me sirvió para meterme en la playa hasta que se oscureció (sobre todo que se veía muy bien ya que no había ni viento, ni nubes y la luna llena emergiendo del horizonte en el mar…. Así es como me gustan mis descansos. Ya en la noche me fui al centro y tomarme todo un litro del las nieves del güero güero (de maracuya), después al café de la parroquia. Para el segundo día hice las clásicas visitas al acuario y a San Juán de Ulúa, para que en la noche cenar en boca del río. Y finalmente el tercer día me regresé a la ciudad después de haber nadado toda la mañana en la alberca del hotel.
No hubo nada fuera de lo común.. muchos lo verían como vacaciones aburridas.. y tal vez así lo fueron.. pero si me ayudó mucho a descansar un poco de todos mis pensamientos que rondan la cabeza.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario