Me temía que en estos días habría muchos trabajo, pero de plano exageraron al grado de no poder dedicarme un poco de tiempo para postear y ni mucho menos faltar a pesar de la contingencia de la influenza. Que por cierto, yo creo que al final de toda estos post del viaje a Europa le dedicaré un post completo a este tema. A mi no me queda la menor duda de que la epidemia existe y la gente encargada de esto hizo lo mejor que pudo para contener esta situación. Las personas que dicen que es mentira y esto es un "compló" es solo el reflejo de que la educación científica (biología) en nuestro país es muy baja como no los han dicho los organismos internacionales. Pero esto será tema de un post futuro.
Regresando a Amsterdam.
Esa noche dormí solo como 3 horas, a pesar que tenía hambre, preferí no desayunar ese día y dormir para que se me pasara el efecto de la marihuana. Ya lo había experimentado y se me había quitado esa curiosidad, creo que no se me antojará probarla nuevamente. No lo descarto por completo ya que aparte de todo lo que describí en el post anterior, también fue un viaje de autoconocimiento, descubrí situaciones que de otra forma no hubiera sabido que estaban dentro de mi cabeza y que me limitan en hacer muchas cosas… pero eso lo descubrí como 3 meses después, me costó mucho trabajo entender.
El plan era que esa noche viajaríamos en tren a Munich, pasaríamos ahí un día y en la siguiente noche viajaríamos a Venecia. Pero al llegar en la mañana a comprar los boletos del tren, la señora que vendía los boletos, que estaba muy muy guapa y muy amable y feliz de que estaba platicando con mexicanos, nos dijo que ya no había boletos para Munich y nos preguntó nuestros planes. Inmediatamente se puso a buscar rutas alternativas y nos recomendó que en vez de ir a Munich podríamos ir a Zürich y ya luego viajar en la noche a Bologna (Italia) para cambiar de tren y ya finalmente a Venecia. Aceptamos y ya con boletos en mano había que esperar hasta en la noche.
Había todavía mucho que visitar de la ciudad, me dí tiempo para probar unos quesos que estaban muy sabrosos, los vendían en una tienda cerca del la estación de trenes y luego ver la ciudad, caminar por sus calles y llegar al museo de Van Gogh. Ya dos de mis amigos no quisieron entrar, preferían pasearse para ver a las viejas en el barrio rojo. Los que me siguieron pues conocimos las famosos pinturas del artista y pudimos apreciar el trazo en cada pintura. Realmente impresionante.
Al salir visitamos un "tianguis" de plantas en donde vendían gran variedad de flores de muchos colores así como plantas y por supuesto una que otra matita de marihuana, así como si nada. Semillas de todos tipos y plantas que realmente no había visto y que me daban muchas ganas de comprar, lástima que no permiten el paso en los aviones y además que aún nos quedaba mucho por recorrer de Europa que seguro en todo el ajetreo que venía se moriría.
Al fin llegó la noche y nos disponíamos a experimentar nuestro primer viaje en tren de toda la noche, escogimos los lugares mas baratos que había así que no esperaba mucho; los asientos eran como los de cualquier autobús, reclinables pero nos regalaron tapones para los oídos, las cobijas por cada asiento por si llegábamos a tener frío y ya.. a dormir todo lo que no había podido dormir la noche anterior.
2 comentarios:
el museo... "Realmente impresionante", ja,ja,ja,ja, chidito ese comentario.
Los quesos !!!, soy fan de los quesoooos !!!!!
Lo de la influenza, uuuts, pues no, no dudo tantito de que realmente esté sucediendo, de lo que no estoy tan segura es de que no hayan probocado esto intencionalmente... como que hay gato encerrado en todo esto... pero pues ya veremos que nos platicasss.... Por cierto, yo vine el lunes con todas las ganas de trabajar y que me retachan a mi casa, ja,ja,ja,ja.
:-) Te gustan los quesos?.. no pues acá en Pueblétaro hay uno que otro lugar donde venden buenísimos quesos.. sobre todos los de cabra. Luego te paso el tip ;-)
Saludos!
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