lunes, abril 05, 2010

Crónica de una pésima semana. (parte II)

Miércoles 24 de Marzo.

No pude dormir en la noche, me la pasé llorando porque sabía que algo salió mal y estaba conectada con los respiradores. Al momento de llegar me entero que el doctor acababa de dar el parte médico de la cirugía. Sus hermanas están muy mal y las veo llorando. Me alarmo porque sé que no son buenas noticias.

Me comenta una de sus hermanas que mi novia esta muy mal; muy grave. En la operación tuvo una hemorragia y se desangró, no podían parar la sangre y tuvieron que utilizar 4 bolsas de sangre y en la noche otras 3 bolsas. Sus órganos, al carecer de sangre comenzaron a fallar. Las fallas más importantes fueron el riñón, el hígado, el corazón y los pulmones. No podía hacer nada por sí misma, por eso necesitaba de la ayuda de las máquinas. Ella aún no podía despertar desde la cirugía y que nos preparáramos para lo peor, que en ese momento dependía de ella para poder salir. La evaluaron para ver si la transferían a Terapia Intensiva.

En ese momento ya no recuerdo bien, siento como si hubiera vivido una pesadilla, que eso no puede estar pasando, entro en la etapa de negación y siento que pierdo fuerzas en las piernas. Lloro mucho y solo me queda esperar y rezar mucho para que pueda salir de ahí.

Me voy del lado donde sé que la pueden sacar para hacer cualquier estudio. Quiero verla, no sé si fuera la última vez. Efectivamente la sacan de ese lado. La veo acostada, con esos tubos entrando por su garganta, se vé tan plácida dormida. Le grito entre lágrimas que le eche ganas, que despierte y que tenemos mucho que hacer como darle el anillo, casarnos y tener una familia. Viajar a Cancún y nadar con delfines (todas las cosas que ella quería hacer saliendo de ahí). Mis gritos se pierden en aquel pasillo mientras a ella la llevan escoltada por al menos 6 doctores; me quedo llorando mucho.

Sentí que el día paso muy rápido, ni me dí cuenta cuando sus familiares se fueron y que me habían dejado solo con una de sus hermanas. Sale un doctor y pregunta por los familiares de mi novia. Me levanto de la silla como acto reflejo esperando que me diga lo más rápido posible la situación. Me pregunta por algún otro familiar, estaba en la capilla del hospital y le dije que iría por ella. Tememos lo peor, nos pasa a la oficina del doctor, creo que sin fuerzas y tambaleándome llegué y nos ofrecen e insisten para que tomáramos asiento. Tomo asiento pero esa parte la siento como si fuera un mal sueño de esos que ni vez claramente la imagen. Esperamos la peor noticia. Sentí que el pequeño beso del domingo había sido el último para alguien a quien amé tanto y que seguramente no volvería a amar así.

El doctor nos comienza a plantear la situación, comienzo a cambiar de semblante al notar que al referirse a ella lo hace en presente y no en pasado. Finalmente nos dice que le siguen aplicando tratamiento y que ya se ha estabilizado. Nos hace una analogía de que ella iba en caída libre y simplemente la lograron detener antes de llegar al suelo. Curiosamente ese día traigo puesta mi playera que me dieron cuando hice mi primer salto bungy. Me imagine esa situación. El doctor nos especifica que está estable y que aún no hay nada seguro, que las mismas probabilidad hay de que salga como de que vuelva a caer. Que ahora más que nunca dependía de solo de las ganas de vivir que tuviera ella.

Le asignan a un médico de Terapia Intensiva dentro de su cuarto para que esté el pendiente las 24 horas del día. El riñón aún tiene una esperanza de funcionar y por eso la dejan en ese cuarto estéril. Nos explica que la “acidez” en la sangre se ha normalizado y por ello saben que se estabilizó. No así la hemodinámica que se encuentra dañada y es necesario hacer una hemodiálisis para ver si con eso se establece el correcto flujo de sangre en su cuerpo.

Me cambia completamente el semblante, de esperar la peor noticia a encontrar una noticia con una ligera esperanza de que saldrá de ahí. Su hermana y yo asentimos afirmativamente cuando se nos preguntó que si aceptábamos que es preferible que se enfoquen a la vida de mi novia aunque ya no importe el bienestar del riñón. ¿Alguien podría negarse a eso?

Llega la noche ya no hay más noticias, me voy a mi casa triste pero con esa esperanza. El doctor nos dijo que en realidad la tiene sedada y no que estaba inconciente como nos había dicho su hermana en su primer reporte médico. Desde ahí prometí estar en todos los reportes ya que la demás gente no entiende el caló médico y por lo menos yo me defiendo algo en cuanto a sus terminologías.


Jueves 26 de Marzo.

Tuve pesadillas, algo parecido a la silueta de la virgen maría pero en negro que me decía en que los demonios querían llevársela. Jamás me decían si se referían a mi novia, creo que se referían a alguien mas. Al despertar, me bañé y desayuné lo más rápido posible. El camino al hospital se me hizo eterno, en todo ese tiempo reflexioné de la situación, recé y prometí cosas, cosas que pienso cumplir. Todo para que ella pueda despertar y recuperarse poco a poco.

Creo que fue tan traumante ese día que la verdad no recuerdo mucho, parece que estaba viviendo en un sueño. Lo que sí es que recuerdo los reportes médicos. El primero, el de la mañana el doctor nos dijo que seguía estable y ya comenzaba a ver alguna mejoría, si seguía así era posible que le quitaran el respirador en la tarde. Todo dependía de su evolución.

En el informe de la tarde, nos dijo que ya había quitado al de Terapia Intensiva que estaba “de planta” junto a ella debido a la mejoría que presentaba y que unos minutos atrás le había quitado el respirador. Es decir, ya por fin podía respirar por ella misma!. Por la tarde le quitarían los sedantes para que comenzara a despertar y monitorearían su evolución. Lo que sí es que el doctor nos aseguró que ya había pasado la etapa de crisis. Casi casi nos dijo que ya la había “librado”. Me sentí feliz al menos en ese instante.

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