El jueves 14 de Abril nos confirmaron que el segundo intento de trasplante sería el próximo martes o a más tardar el miércoles. La sala de operación fue reservada esos dos días. Nosotros en nuestro escepticismo veíamos que era muy pronto y que saldría algo, como siempre, que retrasaría la fecha de la operación.
Sábado 16 de Abril.
Mi novia comienza a estar muy nerviosa. Aún tenemos el fantasma de poco más de un año. Es lógico que estemos espantados, pero curiosamente, yo me siento algo tranquilo. Quizá porque pude ver algunas “señales” como poder conseguir esa cantidad de dinero en tan poco tiempo, también al ver que me iban a correr, lo interpreté como que era necesario cambiar todo en mi vida.
Le dio la sensación de vivir rápido lo que pudiera ser los últimos días de su vida. Quiso estar con su familia cuando debería ir al psicólogo (como parte del protocolo de trasplante). Fuimos al cine a ver “Río”, y lo que nunca habíamos hecho antes, meternos a ver una segunda película. Sentí que tenía urgencia por ver lo que ya no pudiera ver después. Yo la consentí y siempre estuve al pendiente para que se sintiera a gusto y se le bajara el nerviosismo.
Domingo 17 de Abril.
Dejé que casi todo el tiempo estuviera sola con su familia, ya había pasado mucho tiempo conmigo el sábado, así que solo la visité un par de horas antes de viajar a Querétaro. Al despedirme sentía que todo saldría bien. Que nos veríamos pronto y creo que empecé a confiar con lo que pudiera venir. Quizá también era que aún faltaba unos análisis y que era probable que nuevamente se retrasaría la fecha.
Lunes 18 de Abril.
Mal y de malas en el trabajo. Sabía que no debería estar ahí, pero igual tenía que dejar algunas cosas bien. Mi novia me confirma que el estudio que falta se lo harán en el mismo hospital y por lo tanto, ese mismo día la ingresan. Yo debería estar ahí, ayudando a arreglar los pagos iniciales, me dice que sí tienen problemas sobre todo porque piden tarjetas de crédito y ella se le olvidó llevarse la suya. Finalmente, después de discusiones con la encargada de la recepción (y de sufrir algo de discriminación porque sospechó que no contábamos con los recursos) pudo ingresar. Es por eso que era importante que estuviera yo ese día, no hubiera sido ningún problema en el ingreso.
Saliendo del trabajo, me regreso en camión a la ciudad. Al fin estoy sintiendo el miedo de lo que puede pasar, y mientras el camión ingresa a la carretera, por primera vez deseo que el camino al DF sea largo a modo de que se estire el tiempo y que mi novia tenga más tiempo de estar aquí y con su familia. Me comienzan a surgir las dudas y las posibilidades de que al siguiente día salga todo mal en la operación. Pero en el fondo, sigo teniendo confianza.
Martes 19 de Abril.
Hice lo posible por dormir bien, no sé lo que me depara el futuro pero sé que debo estar descansado para soportar lo que pueda venir. Sabía que a las 6 de la mañana las metían a la cirugía y que a las 9:30 ya tendríamos resultados. Lo más probable es que ella no dormiría en toda la noche. Mucho miedo invade nuestra mente. Para mi sorpresa, recibo su llamada a las 6:20am, casi a la hora que una de sus hermanas pasaría a mi casa para llevarme al hospital. La verdad no esperaba que me llamara antes de que la metieran a la sala de operaciones. Me dice, muy espantada y con un nudo en la garganta que ya se la llevan, que me quiere mucho y que se despide. Yo solo le digo que en un rato la veo, que es natural el miedo pero que tenga la confianza que nos vamos a ver en un rato, que no lo dude y se enfoque en que ponga a trabajar el nuevo riñón en el preciso instante en que lo conecten. Le mando muchos besos, sin importarme la pena de que mi mamá me está escuchando. Trato de contener mis lágrimas y me tranquilizo.
Llegando al hospital no nos queda más que esperar el resultado, el doctor nos dijo que a las 9:30 nos diría algo, pero yo calculo que si son las 11 y no sabemos nada es porque algo muy malo pasó y esperaría lo peor. Afortunadamente llega el doctor al cuarto a las 9:20 para decirnos que la cirugía fue exitosa. Antes de darnos los detalles brotan lágrimas de su familia, ahora son de felicidad. Yo siento como mis hombros se relajan como si dejara un gran peso que trajera cargando. El doctor nos explica que fue necesario quitar una costilla de la hermana donante para sacar el riñón de la manera más limpia posible. Y nos da tranquilidad diciéndonos que después de haber hecho las conexiones necesarias del riñón, empezó a trabajar y a orinar. Este padecimiento hace que ya no se orine, así que fue impresionante que antes de salir de la sala de operación, ella ya estaba orinando.
Más tarde, como le había dicho en la madrugada, pude verla y ella me pudo ver, de lejos porque después de la cirugía debe estar aislada por un tiempo para no comprometer al riñón nuevo. Pero sí pudo ver que era cierto lo que le había dicho. Que nos veríamos ese mismo día.
Miércoles 20 de Abril.
La hermana donante pasó mala noche, el dolor fue más fuerte de lo acostumbrado por la costilla y músculo que le quitaron. Pero mi novia, que ya está acostumbrada a cirugías. Pasó una noche normal. Cada que habrían la puerta de su cuarto, ya sea para limpiarlo, o las salidas normales de las enfermeras, teníamos una pequeña oportunidad de vernos, yo para ver que ibá evolucionando bien y ella para que supiera que no estaba sola.
El doctor nos decía que el riñón evolucionaba muy bien, que tenía mucho tiempo sin ver un riñón que trabajara tan eficientemente en tan poco tiempo. Ya con un día de trasplante había orinado 18 litros en total, además que los niveles de Creatinina y Urea habían bajando más rápido de lo esperado. El equipo médico le dio el apodo de “super riñón”.
Jueves 21 de Abril.
En teoría, este día deberían haber dado de alta a la hermana, pero por haberla despojado de la costilla, no fué así. Era tanto su dolor que tuvieron que ponerte 7 tipos diferentes de sedantes, dos de ellos derivados de la morfina. Ahora tiene ataques de ansiedad y depresión típica de los drogadictos al dejar las drogas, además de alucinaciones. Hasta el momento se cumple todo lo que los doctores nos dijeron. Que es común que en este tipo de cirugías, la que dona el riñón aparenta sufrir más que la que recibe el órgano. Pero esto es porque la que lo recibe ya está muy mal de salud y aparenta recuperarse mejor.
En la mañana el doctor decide quitarle el catéter. Esto es un tubo que va casi hasta el corazón y está conectada con las venas. Por este tubo es por donde recibía la hemodiálisis (máquinas que hacen la chamba del riñón) para filtrar la sangre. Es muy molesto porque no se puede mojar ni moverse con libertad. El despojarse de eso es como si se le quitara el grillete a un preso. Al quitárselo, nos comentó el doctor que la cirugía fue justo a tiempo porque el catéter no iba a aguantar una semana más. Las implicaciones que tendría serían nefastas y tendría que recurrir a poner otro a la altura de la ingle, mucho más estorboso y mucho más doloroso. Los demás conductos venosos ya están “tapados” y no se puede instalar en ningún otro lado. Todo esto por consecuencia de la cirugía anterior.
Viernes 22 de Abril.
Al fin el doctor da de alta a la hermana donadora. Y a mi novia ya le están haciendo efecto los inmunosupresores. Éstos son medicamentes que los debe tomar de por vida para que su cuerpo no rechace el riñón. En estas semanas se verá cuál es la dosis óptima, pero mientras, provoca temblor en las extremidades, baja de defensas y sobre todo, depresión y ansiedad.
Mi novia llora porque piensa que ya la dejaron sola, pero no es así, solo que por sus defensas bajas, no podemos estar en su cuarto, pero yo estoy afuera todo el día, no me vé pero espero que ella sepa que sigo al pendiente de ella.
Pasa una mala noche porque comienza a tener algo de fiebre, esto la hace espantarse con la posibilidad de que el riñón no esté funcionando o que su cuerpo lo esté rechazando. Todo esto son los temores de la depresión, la verdad es que los últimos estudios demuestran que le riñón está trabajando bien y sigue orinando, que es el indicador inmediato en caso de llegar a fallar.
Sábado 23 de Abril.
Al fin el doctor revisa todos los indicadores y no ve ningún obstáculo para no liberarle el alta. Al fin sale del hospital, con mucho cuidado y procurando no infectarle nada.
Al fin sale estable, al fin vemos una luz de esperanza y aunque criticamos las vidas mediocres de la mayoría, la valoramos y preferimos vivirla así a todo lo que nos ha pasado.
Al fin tendremos un mes de convalecencia y después de dos meses tomaríamos la decisión del elegir el camino que llevarían nuestras vidas y dejar de depender, aunque sea por un tiempo, de las consecuencias que lleva el atender un padecimiento tan difícil como la insuficiencia renal que nos mantenía esclavos a muchas cosas.
Al fin tendremos el poder de decidir llevar una vida mediocre, o retomar los caminos que dejamos hace más de 4 años, cuando se le diagnosticó éste padecimiento.
Sábado 16 de Abril.
Mi novia comienza a estar muy nerviosa. Aún tenemos el fantasma de poco más de un año. Es lógico que estemos espantados, pero curiosamente, yo me siento algo tranquilo. Quizá porque pude ver algunas “señales” como poder conseguir esa cantidad de dinero en tan poco tiempo, también al ver que me iban a correr, lo interpreté como que era necesario cambiar todo en mi vida.
Le dio la sensación de vivir rápido lo que pudiera ser los últimos días de su vida. Quiso estar con su familia cuando debería ir al psicólogo (como parte del protocolo de trasplante). Fuimos al cine a ver “Río”, y lo que nunca habíamos hecho antes, meternos a ver una segunda película. Sentí que tenía urgencia por ver lo que ya no pudiera ver después. Yo la consentí y siempre estuve al pendiente para que se sintiera a gusto y se le bajara el nerviosismo.
Domingo 17 de Abril.
Dejé que casi todo el tiempo estuviera sola con su familia, ya había pasado mucho tiempo conmigo el sábado, así que solo la visité un par de horas antes de viajar a Querétaro. Al despedirme sentía que todo saldría bien. Que nos veríamos pronto y creo que empecé a confiar con lo que pudiera venir. Quizá también era que aún faltaba unos análisis y que era probable que nuevamente se retrasaría la fecha.
Lunes 18 de Abril.
Mal y de malas en el trabajo. Sabía que no debería estar ahí, pero igual tenía que dejar algunas cosas bien. Mi novia me confirma que el estudio que falta se lo harán en el mismo hospital y por lo tanto, ese mismo día la ingresan. Yo debería estar ahí, ayudando a arreglar los pagos iniciales, me dice que sí tienen problemas sobre todo porque piden tarjetas de crédito y ella se le olvidó llevarse la suya. Finalmente, después de discusiones con la encargada de la recepción (y de sufrir algo de discriminación porque sospechó que no contábamos con los recursos) pudo ingresar. Es por eso que era importante que estuviera yo ese día, no hubiera sido ningún problema en el ingreso.
Saliendo del trabajo, me regreso en camión a la ciudad. Al fin estoy sintiendo el miedo de lo que puede pasar, y mientras el camión ingresa a la carretera, por primera vez deseo que el camino al DF sea largo a modo de que se estire el tiempo y que mi novia tenga más tiempo de estar aquí y con su familia. Me comienzan a surgir las dudas y las posibilidades de que al siguiente día salga todo mal en la operación. Pero en el fondo, sigo teniendo confianza.
Martes 19 de Abril.
Hice lo posible por dormir bien, no sé lo que me depara el futuro pero sé que debo estar descansado para soportar lo que pueda venir. Sabía que a las 6 de la mañana las metían a la cirugía y que a las 9:30 ya tendríamos resultados. Lo más probable es que ella no dormiría en toda la noche. Mucho miedo invade nuestra mente. Para mi sorpresa, recibo su llamada a las 6:20am, casi a la hora que una de sus hermanas pasaría a mi casa para llevarme al hospital. La verdad no esperaba que me llamara antes de que la metieran a la sala de operaciones. Me dice, muy espantada y con un nudo en la garganta que ya se la llevan, que me quiere mucho y que se despide. Yo solo le digo que en un rato la veo, que es natural el miedo pero que tenga la confianza que nos vamos a ver en un rato, que no lo dude y se enfoque en que ponga a trabajar el nuevo riñón en el preciso instante en que lo conecten. Le mando muchos besos, sin importarme la pena de que mi mamá me está escuchando. Trato de contener mis lágrimas y me tranquilizo.
Llegando al hospital no nos queda más que esperar el resultado, el doctor nos dijo que a las 9:30 nos diría algo, pero yo calculo que si son las 11 y no sabemos nada es porque algo muy malo pasó y esperaría lo peor. Afortunadamente llega el doctor al cuarto a las 9:20 para decirnos que la cirugía fue exitosa. Antes de darnos los detalles brotan lágrimas de su familia, ahora son de felicidad. Yo siento como mis hombros se relajan como si dejara un gran peso que trajera cargando. El doctor nos explica que fue necesario quitar una costilla de la hermana donante para sacar el riñón de la manera más limpia posible. Y nos da tranquilidad diciéndonos que después de haber hecho las conexiones necesarias del riñón, empezó a trabajar y a orinar. Este padecimiento hace que ya no se orine, así que fue impresionante que antes de salir de la sala de operación, ella ya estaba orinando.
Más tarde, como le había dicho en la madrugada, pude verla y ella me pudo ver, de lejos porque después de la cirugía debe estar aislada por un tiempo para no comprometer al riñón nuevo. Pero sí pudo ver que era cierto lo que le había dicho. Que nos veríamos ese mismo día.
Miércoles 20 de Abril.
La hermana donante pasó mala noche, el dolor fue más fuerte de lo acostumbrado por la costilla y músculo que le quitaron. Pero mi novia, que ya está acostumbrada a cirugías. Pasó una noche normal. Cada que habrían la puerta de su cuarto, ya sea para limpiarlo, o las salidas normales de las enfermeras, teníamos una pequeña oportunidad de vernos, yo para ver que ibá evolucionando bien y ella para que supiera que no estaba sola.
El doctor nos decía que el riñón evolucionaba muy bien, que tenía mucho tiempo sin ver un riñón que trabajara tan eficientemente en tan poco tiempo. Ya con un día de trasplante había orinado 18 litros en total, además que los niveles de Creatinina y Urea habían bajando más rápido de lo esperado. El equipo médico le dio el apodo de “super riñón”.
Jueves 21 de Abril.
En teoría, este día deberían haber dado de alta a la hermana, pero por haberla despojado de la costilla, no fué así. Era tanto su dolor que tuvieron que ponerte 7 tipos diferentes de sedantes, dos de ellos derivados de la morfina. Ahora tiene ataques de ansiedad y depresión típica de los drogadictos al dejar las drogas, además de alucinaciones. Hasta el momento se cumple todo lo que los doctores nos dijeron. Que es común que en este tipo de cirugías, la que dona el riñón aparenta sufrir más que la que recibe el órgano. Pero esto es porque la que lo recibe ya está muy mal de salud y aparenta recuperarse mejor.
En la mañana el doctor decide quitarle el catéter. Esto es un tubo que va casi hasta el corazón y está conectada con las venas. Por este tubo es por donde recibía la hemodiálisis (máquinas que hacen la chamba del riñón) para filtrar la sangre. Es muy molesto porque no se puede mojar ni moverse con libertad. El despojarse de eso es como si se le quitara el grillete a un preso. Al quitárselo, nos comentó el doctor que la cirugía fue justo a tiempo porque el catéter no iba a aguantar una semana más. Las implicaciones que tendría serían nefastas y tendría que recurrir a poner otro a la altura de la ingle, mucho más estorboso y mucho más doloroso. Los demás conductos venosos ya están “tapados” y no se puede instalar en ningún otro lado. Todo esto por consecuencia de la cirugía anterior.
Viernes 22 de Abril.
Al fin el doctor da de alta a la hermana donadora. Y a mi novia ya le están haciendo efecto los inmunosupresores. Éstos son medicamentes que los debe tomar de por vida para que su cuerpo no rechace el riñón. En estas semanas se verá cuál es la dosis óptima, pero mientras, provoca temblor en las extremidades, baja de defensas y sobre todo, depresión y ansiedad.
Mi novia llora porque piensa que ya la dejaron sola, pero no es así, solo que por sus defensas bajas, no podemos estar en su cuarto, pero yo estoy afuera todo el día, no me vé pero espero que ella sepa que sigo al pendiente de ella.
Pasa una mala noche porque comienza a tener algo de fiebre, esto la hace espantarse con la posibilidad de que el riñón no esté funcionando o que su cuerpo lo esté rechazando. Todo esto son los temores de la depresión, la verdad es que los últimos estudios demuestran que le riñón está trabajando bien y sigue orinando, que es el indicador inmediato en caso de llegar a fallar.
Sábado 23 de Abril.
Al fin el doctor revisa todos los indicadores y no ve ningún obstáculo para no liberarle el alta. Al fin sale del hospital, con mucho cuidado y procurando no infectarle nada.
Al fin sale estable, al fin vemos una luz de esperanza y aunque criticamos las vidas mediocres de la mayoría, la valoramos y preferimos vivirla así a todo lo que nos ha pasado.
Al fin tendremos un mes de convalecencia y después de dos meses tomaríamos la decisión del elegir el camino que llevarían nuestras vidas y dejar de depender, aunque sea por un tiempo, de las consecuencias que lleva el atender un padecimiento tan difícil como la insuficiencia renal que nos mantenía esclavos a muchas cosas.
Al fin tendremos el poder de decidir llevar una vida mediocre, o retomar los caminos que dejamos hace más de 4 años, cuando se le diagnosticó éste padecimiento.
4 comentarios:
Lección de humildad. Tanto se burlaron de las vidas "mediocres" de los demás que les mandan éste tipo de cosas para que se entretengan. LOL
No sabes pero cuando vi que actualizaste tu blog me daba miedo leer que no salieron las cosas bien.
Se que no te conozco mas que en letras, pero en todo este tiempo he seguido como ha evolucionado y como has luchado contra la enfermedad de tu novia y me da muchisimo gusto y hasta solte la lagrimita al saber que todo salio bien y que por fin van a tener la posibilidad de decidir como será su vida de ahora en adelante.
Pronta recuperacion total para tu novia, un abrazo para ti y para ella, porque ganaron una lucha muy grande.
Saludos,
Mar
Estoy leyendo ésto en un momento sensible de la noche y no sabes que gusto me dio, me hiciste llorar.
No quiero hacer largo el comentario, pero deseo que se recuperen muy pronto, física y emocionalmente, y que disfruten de la vida, de la nueva oportunidad c:
♥
Anónimo:
Creo que para mandarlos la lección por burlarnos de las vidas mediocres no es posible. De esas vidas siempre nos seguiremos burlando y ahora con mayor razón ya que si están con plena salud, es indignante que decidan vivir así, como animales sin ningún chiste.
Mas bien es este caso aplicó más lo de "la gente buena le pasan cosas malas" porque uno de nuestros proyectos siempre era ayudar a la gente menos afortunada pero que lucha por salir adelante. Aún tiene que pasar cosas pero si se nos da la oportunidad, seguiremos con nuestros planes.
Noesh:
Sí, afortunadamente las cosas salieron bien, no nos conocemos en persona, yo solo en tus fotos pero sé que ambos estamos al pendiente de lo que pasa en nuestras vidas (tambien he visto que tu blog ya lo haz actualizado). Muchas gracias por tus buenos deseos. Yo te mando un abrazo de esos largos que se dán cuando ya pasó algo feo :-)
Jadis:
Si, algunos de estos post me han hecho lloran con releerlos. Ni yo sé como es que escribo las cosas que me pasan si luego ni puedo leerlos por lo que nos ha pasado. Pero forma parte de mi vida y procuro plasmarlo, sobre todo mostrando los sentimientos y pensamientos que generalmente no se muestran en "publico".
Muchas gracias por tus buenas vibras, aún estamos en recuperación, pero tambien ya estamos formando planes para poder disfrutar de la vida el tiempo que se nos otorgue. Saludos!!
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